El presente ensayo busca reflexionar en torno a la eutanasia como un espacio de resistencia y simbolización frente a la sociedad contemporánea que deshumaniza la muerte y la desvía del espacio social compartido a partir de la utilización de los autores más representativos de la biopolítica moderna como Michael Foucault, Giorgio Agamben, Maurizio Lazzarato y Antonio Negri. Una de las conclusiones a las cuales se lograr llegar es que la eutanasia, más allá de las discusiones legales o morales, constituye un ejercicio biopolítico en el entendido que opera como una aporía del paradigma inmunitario que entroniza, precisamente, la asepsia y la prolongación técnica de la vida, al mismo tiempo que constituye una posibilidad ontopolítica de resignificación y autonomía de la propia libertad humana.