No sabemos cómo denominarán las futuras generaciones el recién terminado siglo XX, pero con todas las cautelas que impone la falta de perspectiva, me atrevo a pronosticar que podría entrar en la historia como el de globalización. Durante su primera mitad se globalizó el conflicto, lo que se plasmó en dos guerras mundiales. Y en la segunda mitad se ha globalizado de modo particular la actividad económica.